El empresario debe ser una «navaja suiza»

Entiendo que el título del artículo, puede ser un símil incomprensible en una primera lectura, pero si lo analizamos veremos la similitud exacta rápidamente.

Cuando nos lanzamos en el mundo empresarial, ¿qué es lo primero que pensamos?, seguramente el producto o servicio por el cual hemos apostado como modo de entrada de ingresos contínuo en nuestra empresa, luego pensamos seguramente, como vender nuestro producto y a quien. También, antes de crear nuestra empresa, pensaremos en como financiarnos para poder llevar a cabo todos los procesos necesarios en la producción o fabricación  de nuestros productos, o bien, en seguir los pasos necesarios de lleva a cabo nuestros servicios, intentando aportar un valor diferenciador o añadido, frente a nuestra competencia (en el caso de que exista, que casi seguro que sea así), y también la gestión de los costes fijos y variables relativos a nuestra empresa periódicamente (normalmente la unidad es mensual).

Sin darnos cuentas, estamos estableciendo, lo que desde el punto de vista de «administración de empresas» se llama el plan de negocio. Más o menos de una forma conceptual, lo estamos haciendo, ya que son preguntas que todo empresario se hace de forma inconsciente sin seguir ningún guión o patrón preestablecido, pero dentro de ese plan de negocio, ello sólo es una parte del mismo, sólo es la punta del iceberg, sólo es el comienzo, el inicio. Perfectamente podríamos decir, que es la fase más práctica, básica e innata al inicio de toda actividad empresarial, debido a que es lo que primero que se pregunta uno antes de empezar un negocio sin la necesidad de tener estudios o experiencia, algo totalmente natural y racional (dentro de la lógica humana).

Los primeros pasos de un empresario, o mejor dicho, su primera preocupación, es la puesta en marcha, es decir, como empezar a poner en marcha la maquinaria. Normalmente, sin expectativas de futuro, sin previsiones, sin objetivos a corto, medio y largo plazo, en fin, sin una ruta predefinida o estudiada, dejándose guiar por el día a día, y basándose según su intuición, lo que técnicamente, se suele decir, sin una estrategia y planificación.

Es aquí, donde ya estamos arriesgando nuestro futuro empresarial. Es decir, estamos exponiendo dicho futuro a parámetros impredecibles o fuera de nuestro control. Grave error. Nos estamos dejando guiar por nuestra intuición, y nuestro afán de triunfar, pero como he dicho anteriormente, estamos en un barco sin rumbo, que quizá pueda llevarnos a buen puerto, o bien, a desaparecer en medio del océano, sin posibilidad de rescate.

Un empresario, ha de tener el control de todos los posibles escenarios que puedan dar lugar o afectar a su empresa, pero para ello primero hemos de definir todos los parámetros empresariales, dependiendo del sector o actividad. Citamos algunos parámetros comunes a toda empresa, que cualquier empresario ha de plantearse antes de la creación o alta de su empresa:

Estudio previo:

  • Productos o servicios a ofrecer:
  • Nicho de mercado al cual dirigirse:
  • Análisis del mercado frente a la competencia:
  • Valor añadido que aportaremos y que nos hará diferenciarnos frente a la competencia:
  • Análisis DAFO:

Según las expectativas de la empresa:

  • Misión de la empresa:
  • Valores de la empresa:
  • Visión de la empresa:

Comunicación interna y externa:

  • Formas de comunicarse con los recursos internos
  • Formas de comunicarse con las figuras externas a la empresa (clientes y proveedores)

Disposición de Recursos Humanos y Tecnológicos.

  • Proceso de selección de recursos humanos como parte de la empresa a largo plazo
  • Sistemas tecnológicos de gestión como parte de mejora de los procesos internos de la empresa o como parte fundamental del desarrollo de la actividad principal de la empresa (creación de productos o venta de servicios):

Según la jerarquía de la empresa:

  • Jerarquía de los diferentes puestos de la empresa.
  • Funciones individuales por cada uno de los puestos mencionados.
  • Responsabilidades de dichos puestos.

Gestión de los procedimientos:

  • Procedimientos de producción de productos o servicios.
  • Procedimientos de administración.
  • Procedimientos comerciales o de fuerza de venta.
  • Procedimientos de soporte al cliente.
  • Procedimientos de análisis de satisfacción de clientes.
  • Procedimientos de resolución de problemáticas internas.
  • Procedimientos de resolución de incidencias de clientes.

Plan de comunicación:

  • Manejo de redes sociales y otros medios online.
  • Gestión y dedicación a la interacción de las redes sociales.
  • Inversión en publicidad en diferentes medios asociados a nuestro producto o servicio:
  • Evaluación de resultados de la inversión económica de publicidad.

Modelo de negocio:

  • Creación del modelo de negocio empresarial.

Análisis de indicadores o resultados:

  • Análisis de los indicadores establecidos por la empresa (KPI):
  • Análisis de los resultados obtenidos de forma trimestral o mensual con el fin de adoptar medidas de corrección:

Inversión en mejoras empresariales:

  • I+D:
  • Competencia:
  • Alianzas entre empresas (Canal Partners):
  • Colaboraciones empresariales:
  • Reestructuración de los gastos:
  • Mejora del rendimiento capital de los excedentes o remanente de la empresa:
  • Mejora de la financiación actual de la empresa:
  • Establecimiento de provisiones para afrontar situaciones inesperadas (esto es clave sobre todo, tras la crisis actual):

Marketing y publicidad:

Tras la puesta en marcha de la empresa y con un tiempo de rodaje es importante no dejar de lado algo tan importante como es la publicidad y el marketing, como parte importante de la empresa, como una inversión imprescindible y necesaria para el crecimiento o sostenibilidad de nuestro negocio.

  • Campañas de marketing:
  • Campañas publicitarias:

Acciones internas a favor de la empresa:

  • Fomentación de un líder empresarial (empresario):
  • El empresario debe de disfrutar con su puesto de liderazgo: Es fácil decirlo, pero ser jefe no es algo que sólo tenga aspectos envidiables. La realidad es todo lo contrario, un jefe asume toda la responsabilidad, tanto por sus acciones personales, como por la parte de sus empleados. Un buen jefe, siempre ha de ser un ejemplo para sus trabajadores, los cuales siempre han de sentir un sentimiento de admiración, por lo que éstos siempre se esforzarán y sacarán lo mejor de si.
  • Generación de un buen ambiente entre trabajadores:
  • Establecimiento de objetivos como recompensas entre los trabajadores de la empresa.
  • Relación cercana trabajador – dirección:
  • Formación continua de la plantilla de trabajadores:
  • Gamificación:

Acciones extrínsecas a favor de la empresa:

  • Conocimiento de la negociación:
  • Conocimiento del entorno económico del país:
  • Inversiones de riego:

Con todo esto, ahora si que cobra valor el título del artículo que compara al empresario como una navaja suiza, que de todos es sabido que una navaja suiza es reconocida por su multiusos, que en comparación con un empresario, ha de ser muti-conocedor de muchas áreas, para conseguir, como mínimo, sus objetivos de subsistencia, y por supuesto, con vistas de futuro de estabilidad y crecimiento.

Desde mi punto de vista, no se nace como empresario, aunque hay cierta aptitudes que ayudan a ello. Lo que tengo claro es que cualquiera se puede convertir en empresario, con esfuerzo, persistencia, voluntad, dedicación, siendo curioso por la lectura, en constante estudio, adaptable, en constante evolución, seguro, constante, llegar a empatizar dentro de unos límites establecidos, firme en sus idea y creencias, pero a la vez, abierto de mente.

Mi intención no es ser negativo, sino realista. Para decir que todo es fácil y sencillo, ya están los familiares y amigos que apoyarán siempre tus ideas y proyectos sin tener la menor idea de lo que vas a construir. Ten en cuenta, que siempre van a existir dos posibles escenarios. El escenario ideal, donde todo fluye conforme tu habías establecido y pensado en un principio, cosa, que no suele ser así, y el escenario contradictorio, o que se encuentra dentro de todo lo contrario a tus ideales y esperanzas, con resultados negativos e inesperados.

Tu plan debe abarcar soluciones para ambos escenarios, el positivo y el negativo.

¿Estás listo ahora para emprender tu negocio?