Cuando alguien trabaja con un sistema ERP gratuito, y menciono «gratuito», ya que a veces, por ser gratuito, deja de tener un valor, que otros sistemas ERP, por no ser gratuitos, puede dar la impresión de que tiene más aceptación lo siguiente. Y cuando el usuario, tiene la necesidad de alguna funciónalidad o requerimiento (1) a medida, es decir algo que no viene de serie con el programa, lo más normal es que se ponga en contacto con una empresa certificada u oficial, experto en el sistema, para que le realice una propuesta o valoración de trabajo. Hasta el momento todo normal.
Pero, es cuando, al recibir el presupuesto el interesado, y éste se echa las manos a la cabeza y lo primero que piensa es: «pero si sólo quería añadir un campo«, por decir algo.
Esto, hasta cierto punto, es típico, debido a que el interesado no suele tener conocimientos internos del sistema, ni de programación, y no sabe la complicación del entramado del sistema, como por ejemplo retocar clases, retocar interfaz gráfica (lo que se ve), modificar base de datos, posible modificación de lógica de negocio, modificación de javascript para validación de datos, etc …
Si a esto, le sumamos, el tiempo de experiencia y de aprendizaje de los técnicos, aceptando que el conocimiento se convierte en una garantía de éxito, añadir un campo no es tan secillo como parecía en un primer momento. Y quizá debería decir laborioso en lugar de sencillo, ya que no se trata de complejidad, sino de horas de trabajo, para la consecución satisfactoria del objetivo del trabajo.
La intención de este post, es intentar hacer entender a los usuarios finales de un sistema, que cualquier cambio pequeño, por fácil que parezca, tiene un trabajo mayor o menor dependiendo de la complejidad, pero no es, aprovechando la expresión de un amigo mío diseñador «Raúl RTP», cortar y pegar.
Aprovecho, para contar una anécdota, que muchos de vosotros podréis haber visto en las redes sociales, donde un empresario, desesperado por el problema causado por uno de sus equipos informáticos, y teniendo a toda su empresa parada, por el mal funcionamiento del mismo, recurre a un profesional para la solución de su problema. Este profesional llega a la empresa, y en tan sólo 1 minuto, tras analizar el problema, agarra su destornillador y apreta un tornillo, devolviendo el funcionamiento a la empresa por completo, y por sus servicios, el dueño le solicita el coste de la solución, respondiéndole el profesional, «el coste son 80 Euros», mientras que el dueño exclama, «pero si únicamente ha sido apretar un tornillo», a lo que vuelve a contestar el profesional, «si pero sabía de que tornillo se trataba, entre miles de tornillo, y además he vuelto a recuperar la operatividad de la empresa, en un tiempo mínimo». Creo que ésto, es lo que debe valorar la empresa, y no buscar pseudoprofesionales que con un coste mucho menor, y por falta de experiencia y/o de conocimientos, puede llegar a solucionar el problema, en un tiempo mucho mayor, por no decir, de no resolver el problema, manteniendo una empresa fuera de su producción diaria, y consecuentemente, causando pérdidas importantes, por no mencionar otros aspectos de vital importancia, como el cumplimiento de los plazos de entrega de pedidos de clientes, por no poder procesarlos, y lo más importante, el daño que puede causar al branding o marca de la empresa frente al cliente.
(1) Es muy normal que un sistema necesite de alguna programación a medida para ajustar algunas funcionalidad a la propia empresa. No existe el software perfecto, a menos, que éste haya sido desarrollado a medida, lo que lógicamente, encarece sustancialmente todos los ciclos de vida del software (análisis, diseño, pruebas, y mantenimiento).